¿Qué es?
Se define Vértigo como la sensación de movimiento de las cosas que nos rodean asociado en ocasiones con una clínica de náuseas y vómitos.
La causa del vértigo no siempre reside en el oído y no siempre que la causa es el oído coexisten síntomas óticos.
El vértigo más frecuente de origen ótico es el Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB) que es un vértigo que aparece en determinadas posiciones de la cabeza debido al desprendimiento de unas microestructuras de carbonato cálcico llamados otolitos que estimulan patológicamente el laberinto del oído interno en determinadas posiciones de la cabeza, causando la sensación vertiginosa.
Es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. La curación puede ser espontánea o realizando unos ejercicios especiales que su Otorrinolaringólogo le hará en la consulta o le explicará para que haga usted en casa.
Otra de las enfermedades que puede causar vértigo de origen ótico es la Enfermedad de Ménière:
Se trata de una enfermedad de etiología desconocida en la que se detecta una hiperpresión de los líquidos del oído interno y cursa con vértigos muy invalidantes, hipoacusia progresiva neurosensorial de un oído (en muy raros casos se afectan los dos oídos) y acúfeno (pitidos/ruidos) del oído enfermo. Se presenta en forma de crisis de horas o días de duración pudiendo encontrarse el paciente normal o con cierta inestabilidad en los intervalos entre las crisis. Cuando la enfermedad de Ménière no se controla con tratamiento médico, se pueden indicar tratamientos quirúrgicos, que también deben ser personalizados para cada paciente. Es imprescindible descartar una tumoración del oído interno mediante una Resonancia Magnética antes de iniciar cualquier maniobra invasiva. Las dos cirugías más efectivas para suprimir el vértigo de la enfermedad de Ménière son la Laberintectomía translaberíntica y la Neurectomía Vestibular. La primera está indicada en aquellos pacientes cuya audición es inútil porque el nivel de comprensión que tienen es muy bajo por la propia evolución de la enfermedad y la segunda se indica en aquellos pacientes que aún conservan una audición útil.
Existen otras cirugías con menor porcentaje de éxito pero que pueden estar indicadas según las características del paciente y el momento evolutivo de su enfermedad, como son la Descompresión del Saco Endolinfático o la inyección de sustancias intratimpánicas como corticoides u ototóxicos.
Su Otorrinolaringólogo, tras hacerle las exploraciones oportunas, le explicará las alternativas terapéuticas y qué opción es la más aconsejable para usted.
